Comprendi algo, de grande, claro, cumplidos los treinta y pico, y es lo siguiente: que me chupa un huevo el ego que soy. Y eso fue pasando cuando me rendi a algo mas grande que yo que incluso descubri dentro de mi, gracias a los afueras de mi......y fue asi que empezó a tener sentido la finalidad de ser astróloga por años y empezó a cobrar vitalidad la importancia de aplicar los conocimientos en esferas más humanitarias. Cuando comprendí que lo que yo aprendí no era solo para mí y que no quería ese poder, comprendi lo que es el poder en esta era de acuario. Es el poder compartir y estimular tanto a los otros como si fuera un caudal de agua que no es para mi sed. Comprendí que el criptamiento y ocultismo de esta información la encerraba en un mundo que lindaba la manipulación y el juego de sometimientos escalonados y asi seguía siendo una materia llena de prejuicios y malos entendidos. Comprendí entonces que me chupa un huevo el ego que antes quería individualizar, comprendí gracias a Jung, la frase que él decía en sentido simbólico: "el alma primero quiere individualizarse y luego pertenecer" Comprendí el sentido más profundo de esa frase que parece querer decir otra cosa, parece querer decir que uno busca ser y despues pertenecer siendo, o sea en este mundo occidental suena a generar la venta y el negocio de lo que el ego logró ser. Pero tiene otro sentido esa frase. Se trata de rendirse a un todo mayor. Y muchos años después de leer todo CarlJung de adelante hacia atrás y de atrás hacia adelante, pude vivenciar que la carga psíquica es la potencia más grandiosa y creadora de toda las amenazas en la vida emocional y que el "yo" es demasiado pequeño para sostenerlo como una bandera heroica, ese "yo" es tan solo un naufrago en un vasto mar de sensibilidad colectiva. Y que todo hombre debe o puede o necesitaría, siempre ocupar un tiempo de su vida para explorar su inconciente porque es desde allí que surgen todas las controversias de la realidad anímica reveladas en símbolos y simbolos de sanación.
Comprendí entonces que había nacido en mi al fin, un ideal verdadero, seguir soñando, como si fuera el recurso más mágico para intervenir la realidad sin mover un pelo. Entonces fue cuando me aboqué al ideal de entregar el conocimiento astrológico, sacarlo del hermetismo y gratuitamente sin esperar beneficios propios, sino colectivos, (claro que yo tambien puedo ser favorecida también porque participo de lo colectivo) intentar entregarlo a la educación y lograr un movimiento revolucionario en donde tal vez, aunque sea lentamente y sola, deje asentado el interés de que toda persona en crecimiento tenga curiosidad por su mundo interno y lo hurgue infinitamente como un recurso, un regalo del universo en exploración y evolución, desde niño y no por obra de los reveses de la adultez. Prepararnos para ser adultos y también para la vejez, ya que la espectativa de vida cada vez se extiende a mas años y quién nos educa para los estadíos de la tercera edad.... Si lo consigo o no, no es el punto, sino sostener el ideal.
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