La Jornada en la escuela pública de buenos aires, comenzaba a las ocho de la mañana, horario que también fui citada. Me dieron un aula grande con pizarrón, no utilicé power point ni ninguna aplicación electrónica que sume imagen y sonido a la propuesta. El colegio estaba de fiesta muy revolucionado con chicos desde trece a diecinueve años de a grupitos agitando los pasillos y moviendose sin parar sin dirección, con tono de alegría por la música de boliche que sonaba fuerte y unas dos o tres chicas en el patio central anunciando con un micrófono los diferentes talleres que comenzaban en diferentes aulas y pisos. Al cabo de un caos de media hora que esperé en el aula borrando el pizarrón del día anterior, los pasillos se vaciaron, la música se calló y fueron entrando algunos timidos chicos a donde yo estaba. Fueron tres, luego cinco más, los recuerdo perfecto, les iba preguntando los signos, todos lo saben, todo el mundo sabe su signo, como si fuera su nombre aunque no tengan interes o aunque nunca lo hubieran averiguado por su cuenta, esa información siempre llega a uno. Se sentaron juntos en un costado, toda el aula vacía del otro lado, escribí mientras en el pizarrón: "en el espacio estamos". Y miré por ventana a ver quién más podría venir. Empezamos dije? tal vez iban a ser ellos ocho, lo cual estaba bien, el libre albedrío es respetable. El valor de hablar de estas cuestiones y hacerlos reflexionar sobre el universo que los habita, al menos a un solo chico, ya era para mi una revolución. Pero de pronto la presidenta del centro de estudiantes, abrió la puerta e hizo entra a un contingente como de veinte o treinta chicos que se acomodaron en algunas sillas pero la mayoría sorteó la estructura y se sentaron en el piso. Entonces me presenté sin decir mi nombre, dije ser astróloga y aclaré la diferencia entre el horoscopo y el estudio de la correspondencia de los ciclos de la tierra con la vida en la tierra, tuve que recordarles la información básica de ciencas naturales de quinto grado cuando se explica el movimiento de traslación y rotacion de la tierra, la distancia del sol, por lo que existen las estaciones y por supuesto la impresionante influencia de nuestro satélite, comentandoles que Jupiter tiene la suerte de tener más de sesenta satelites. Lo hice rapido como para visualizar las dimensiones. Les pedí que me refuten todo lo que quieran, que cuestionen, que se amiguen con quien parece "autoridad" por estar parados frente a ellos, cosa que les dije que no está más de moda, el profesor de estos tiempos debe tomar otra posición cerca de los alumnos, pero continué con lo mio. Noté que los varones se distraían, aunque también noté que nadie pero nadie tenía en su mano el celular. Entonces disparé una pregunta para que la piensen mientra tambien yo seguia con otros temas. "Chicos, por favor recuerden ahora los signos de sus padres, sus hermanos y sus amigos y noten si alguno se repite y en un rato les preguntaré"
Los temas que toqué tuvieron un principio y un fin rapido dejando puntos para reflexion individual, no bajé linea ni manipulé sus cabezas, solo dejaba curiosidad y puertas abiertas de conocimiento y busqueda. Fueron temas salteados y obviamente ligados entre si, pero cortos y sinteticos. Es mucha información para tan poco tiempo. Hablé de la generacion de ellos, de la teoria de proyeccion, de la luz, de las sombras, de los ciclos, del sistema solar, de la unidad que somos, de la analogía del sol con la conciencia de cada uno, de la analogía de la luna con la reaccion emocional inconciente de cada uno, de la correspondencia del ciclo lunar con el ciclo de la mujer, de los fluctuantes cambios de humor y emocion, de los opuestos y de la dualidad, de la noche y el dia, de la capacidad del ojo y del cerebro de ver y enfocar lo que resuena en uno y la limitacion del ojo pero la libertad de la imaginación, los previne de la amenaza actual de la tecnología y de cuánto hay que descubrir de la luz, la imagen y todo lo que se repite en nuestras vidas, de los ciclos de saturno en cuanto a la experiencai que vivieron a sus catorce años. Y entre risas y opiniones, sugerí la necesidad de comprender el mundo con la ley de analogías! lo más fundamental para la interpretación de los sucesos. Entonces alteraba todo con algunas actividades como hacerlos parar a todos y ubicarse sin elección cerca de cualquier persona y preguntarle el signo, no como signo, sino como un ser que al estar cerca mio provoca en mi una interaccion energetica que puede ser comprendida si se utiliza el saber del signo en cuestion. Con quien me vinculo al azar y descubrir si incluso al azar no termian siendo un signo que se repite en mi vida. Lo hicieron muy curiosos y todos preguntaban entusiastas que significaba el signo de la personas de al lado. Hubo varios que gritaron, uy es de tal signo como mi mamá, hasta que entraron dos profesores y se ubicaron detras apoyados en la pared y les pedí también hicieran el ejercicio con alguien de ahí, yo tambien elegi a una chica al azar junto ami. Los profesores dijeron, uy es de mi mismo signo, que significa? y yo descubri que quien estaba al lado mio era una leonina y yo era del signo del hermano de ella que parece ama mucho. Todo tenía significado pero no había tiempo para desarrollarlo. La idea fundamental es que no encontraran respuestas, y menos de mi, justamente mi revolución era no tener autoridad ni dominar nada, simplemente que encontraran preguntas, muchas, que cuestionen, critiquen, refuten, e investiguen por su cuenta el mundo de la invisibilidad. Ya nada importaba la imagen de quien estba al lado de cada uno, sino la energía de cada uno. Usé mucho el pizarrón con palabras sueltas que dejaran inquietudes como tópicos y que lo externo, como la familia y los conflictos clasicos adolescentes empezaran a verlos como proyecciones internas para su crecimiento. Y además, que todo esto, les diera la oporutnidad de valorar al otro por condiciones astrales o energeticas y tuvieran más empatía con todo lo que les toca relacionarse. Ese fue mi mayor interes, que comprendan que toda experiencai en las relaciones, sean conflictivas o no, eran causales de sus propias energías y como tales eran necesarias para su crecimiento, por lo que entonces no era justo criticar lo externo sino introvertirse en una reprogramación del descubrimiento. Todo eso no es posible lograr, porque para ellos se necesita el factor procesual, el tiempo. Pero al menos, en ese tiempo necesario para crecer, ya tenían una herramienta más y/o además, una visión más panoramica de la totalidad de vida.
Ese día era de Luna Llena enorme en Sagitario y la fecha fue en periodo geminiano, el eje claramente identificado con el aprendizaje y todo proceso mental y significador. Hubo risas, pausas y mucha didactica.
Al terminar, fueron dos horas y media, muchos se me acercaron y me preguntaron cosas. Les dije que la astrologia no es el fin o final del conocerse, sino un principio que los puede llevar a otros intereses, solamente un puente.
Al retirarme, quedé agotada, pero muy feliz, unos días después me enviaron mensajes sobre cosas que les habían pasado a partir de esa charla. Nadie sabía mi nombre. El ideal se realizó pero no dejaba precedente en ningún lado. Y de eso me ocupe de reflexionar después. Y no hay puerta que se abra que no tuviera otra puerta más que abrir.
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