En el colegio público secundario Nicolas Avellaneda, el centro de estudiantes realiza varias jornadas durante el año por las que el colegio queda tomado por los alumnos, y no hay clases pero si se pasan las faltas, por lo que todos tienen que asistir como un día normal. Ese día comienza como cualquier otro día de clases a la misma hora de entrada de siempre pero se ofrecen diferentes talleres y hay una libertad para poner música y elegir a qué taller ir, algunos se superponen pero están pensados para alternar a los estudiantes en varios intereses, con el exquisito libre albedrio de negarse a participar de los talleres y quedarse en el patio escuchando música y hablando. Luego de cuatro horas de actividades y despilfarro de juventud mezclada en edades por todo el colegio, se realiza una reunión del centro de estudiantes donde se consideran propuestas y nuevos intereses con muchos debates y siempre unas cuantas coordinadoras que llevan el liderazgo del micrófono, pero aún ellas obligan simpaticamente a que todo alumno pueda deliberar y aportar criticas y otras perspectivas sobre la lucha que plantea el Centro de Estudiantes, para luego hacer como un acta y presentarla tambien en otro centro que unifican a todas las escuelas públicas de Buenos Aires, que no recuerdo ahora la sigla. A través de mi hija, me enteré de esta posibilidad de acceder a la escuela a través de los mismos alumnos y no tanto de una representación de las autoridades de la escuela que siempre se oponen a estas intervenciones si no tienen el aval del ministerio de educación.
Entonces fue mi oportunidad, me contacté con una alumna de cuarto año, quien fomentó que el centro de estudiantes se actualice y tome vigor en esa escuela, una joven muy preparada, que eligió desertar la exigencia del Colegio Nacional de Buenos Aires y llegar a esta escuela en donde notó que podía hacer mucho para más que en la otra. Y asi fue como activó el liderazgo del centro y generó que hubiera interés en los alumnos para marchar por varias causas y además generar estas jornadas interactivas. Le comenté lo que quería hacer y cuánto me costaba de forma oficial. Accedió. Me comentó que estaban preparando una jornada con varios talleres y yo estaría en uno de ellos y que el alumno elegiría o no ir a mi taller. Eso fue muy interesante. Porque podía contemplar y testear el interes o no de los jovenes, en vez de obligarlos a escuchar una materia.
Por qué cuento tantos detalles? porque es interesante notar cómo la materialización del ideal me presentaba detalles que no había tenido en cuenta y eso muestra cómo también toma cauce solo sin tanta fuerza y toda limitación anterior comienza a tomar sentido ahora.
Por lo que eso de que puedan elegir astrología entre otros intereses, porque había taller de cine, de percusión y de veganismo, me hacía darle más forma a la humildad de mi propuesta. Y comprobar fehacientemente y no tanto con la ilusión, si los jovenes realmente tienen interes en el cosmos o si era una tangente mia y nada más. La prueba fue de fuego. La libre elección me despertó otra consideración, en vez de proponer que cambiara la educación completamente y se pusiera esta materia, comencé a pensar que simplemente podía integrar un area nueva en la educación pero tan solo en un nivel de la escolaridad, sin pruebas ni estudios, sino actividad interactivas libres una o dos veces al año y no con la regularidad que yo quería o pensaba que debía haber. Entendí entonces la era de acuario. Lo acuariano de mi propuesta, entonces si es acuariano no puede tener tanta forma ni estructura ni obligacion ni disciplina, sin embargo tiene que lograr la provocación y un despertar que no los condicione. La cosa se puso mucho más dificil. Trabajé mucho ese mes hasta la fecha en que la jornada se realizaría...............
(sigue en el proximo post la jornada)
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