2013 - Continuación del proceso del ideal de una reforma de la educación en la Era de Acuario

En el año 2013 después de una gran pausa en que me dediqué a seguir haciendo cartas natales a jóvenes e investigar cómo no frustrarme con ese efecto que tan bien describe Ortega y Gasset en "La Rebelión de las masas" donde explica cómo el hombre cuando avanza en el impulso devorador del deseo, se encuentra siempre en una instancia en la que si o si necesita de los demás y ahí ocurre un intercambio de fluctuantes dependencias que pueden o asesinar el cauce del goce propio o tal vez conseguir alianzas complices. Entonces fue ese año que imprimí como unos panfletos donde reclamaba modestamente el debate acerca de una reforma educativa en el marco de una nueva Ley de Educación que recién aplicaba el gobierno de la ciudad de buenos aires, ley que fue muy resistida pero a pesar de marchas de estudiantes, no fue posible frenar. Es el gobierno! y no el pueblo el que tiene la última palabra. Igualmente no estuve muy al tanto, porque no eran cambios radicales aunque atisbos de actualización. Entonces fui al Ministerio de Educación una tarde con mi hija y una filmadora y pegué en las paredes de todo ese enorme edificio mis panfletos promoviendo la necesidad de concientizar en la educacion la posibilidad de que se integre un area sin examenes y extracurricular pero que pueda dar a los jovenes recursos humanisticos e incluso conocimientos y talleres sobre primeros auxilios, y esto ultimo me parecio fundamental ya que es interesante que se entrene a un joven a poder rescatar a un compañero ante una situacion de emergencia y asi generar menos resistencia a la hora de "ver" y "percibir" al otro como un ser desconocido al que no puedo salvar de nada en caso de emergencia y a su vez esto aportaria no solo un humanismo categorico y vital sino conocimientos acerca del cuerpo humano.
Ese acto de pegar carteles cual reclamo pero solitario, fue filmado y a pesar de ser frustrado al instante por fuerzas que custodiaban el edificio, me importaba el acto instantaneo como mi primer paso para fortalecer mi meta. Cada acto construía el siguiente. Luego me fui a mi casa, tranquila.
Hubiera agarrado los aerosoles de mi hijo menor, llenado las paredes grandes letras provocadores y ser arrestada, pero justamente no intento hacer teatro, ni actuar al ego, sino hacer esoterismo. Estos carteles pegué como un fleco largo en linea horizontal uno al lado del otro que movía el viento alrededor de todo el lugar, mientra veía que el de seguridad arrancaba uno a uno los que estaban detras mio como si fuera un dibujito animado, como si no quisiera frenarme a mi directamente sino darme tiempo para completar pegar todos. Ridiculo todo y encima muy sola, sin ruido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario